martes, 27 de octubre de 2009


La importancia de inquirir acerca de la naturaleza del trabajo de un creador de contenidos. Si admitimos que es sumamente importante para el artista interactuar con otros niveles de manejo de las herramientas, cambiamos también la noción de lo que se muestra como arte, que características cobra el sentido de la práctica artística.


Y bueno hay un buen par de capas y subcapas para meterse, si uno apunta hacia el dialogo con la génesis del aparato. Está bueno cuando se plantea que la cámara semiótica no esta exenta de materializaciones del pensamiento que la creó, y de esa manera no reproduce una escena sino reproduce un concepto. De ahí sacamos un par de asociaciones con toda la problemática de la objetividad de la imagen fotográfica.


Si los aparatos cambian al significado del mundo, interferir en el modo con que cambian a esos significados acerca al creador de contenidos de un dominio más autónomo y original de su realización. Así se abre la posibilidad para que los lugares comunes que estamos acostumbrados a ver no sean necesariamente determinados por el software o por la cámara misma.


Acerca de las consecuencias, si uno admite que para la práctica artística tiene que necesariamente involucrase con la construcción de las herramientas que va a utilizar, eso crea todo un nuevo campo de estudios, impulsa al sujeto creador de contenidos a abarcar en el proceso creativo otras ramas de conocimientos. La obra no seria más producto de un “genio creativo individual”, se diluye la jerarquía, implementase un trabajo de equipo, “socialmente motivado”.


Por otra parte, también se puede trastornar el uso programado de determinados aparatos, a través de interferencias en su comportamiento (como el artista que acercaba imágenes a los tubos de rayos catódicos) o mismo apropiarse de sus funciones corrientes de distintas maneras. Cuando leía al texto me acordé de un artista que impresionaba papel fotográfico con la luz emitida por la pantalla de monitores de las computadoras, elegía a determinados motivos y juntaba el papel al vidrio, luego de exponer, seguía con el proceso de revelado corriente y obtenía las fotografías, algo como un printscreen. No sé si estaría bien ubicarlo en esa corriente de producción que estudiamos acá pero me pareció un buen ejemplo.


Cuando se toma la frase “transforma conceptos en escenas”; y tras leer ese fragmento de texto, se vuelve a pensar en todo el contenido académico que se nos presenta, desde otro lugar, pero íntimamente conectado. Está toda la discusión – todavía – de esa cosa de la objetividad de la cámara fotográfica y etc. La verdad es que seguir con eso ya pierde más fuerza, del lado de la objetividad, cuando uno se da cuenta de que no hay un principio establecido para la génesis fotográfica. Las capas van sobreponiéndose y depende de cuanto se quiere experimentar.


Estaba la cámara como punto de partida, y cuando volvemos a Barthes ignoramos todo lo que hay además de eso. La cámara como cosa natural, sin antecedentes, que reproduce cosas que deja en el soporte una marca, casi nos olvidamos del autor. Y considerar la escena como la conformación de conceptos traducidos en imagen me parece legítimo, si el aparato fue construido para desempeñar determinadas funciones, va a seguir el programa en búsqueda de resultados que ya se prevén.


Eso que se hablaba en la última clase, de niveles de opacidad de determinados aparatos que cumplen básicamente lo mismo, en ese caso, la toma de fotografías. Se permitirá cambiar el programa si el aparato lo consiente, los automatismos están en todos los modos de operación, incluso en el manual – que es en donde opera la mayoría de la gente que cree “dominar” a la máquina, como domar a un caballo.


Cuando eso se agota, y uno puede hacer todo lo que ya ha visto en algún lado y que pareció bien, queda asumir cómodamente que se maniobra de manera privilegiada y no hace falta nada más. O sino vamos a seguir en esa masturbación mental de atribuir significados y establecer un aura alrededor de esas imágenes. Todo bien con eso (?) pero ignorar que se parte de un punto en donde el proceso ya esta condicionado por teorías científicas, conceptos escenificados, es hacer la vista gruesa para campos importantes.


"El hombre se olvida de que produce imágenes

a fin de encontrar su camino en el mundo;

ahora trata de encontrarlo en éstas.

Ya no descifra sus propias imágenes,

sino que vive en función de ellas;

la imaginación se ha vuelto alucinación."

Flusser, Vilém, hacia una filosofía de la Fotografía, (1990) México


foto del la revista artefacto

y un par de enlaces para seguir:

el acto de fotografiar en Villem Flusser


0 comentários: